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EL “PACTO SOCIAL” Por Dr. Juan Rinaldi

 

 

En estos tiempos, se está hablando sobre la creación de un Consejo Económico y

Social donde los equipos económicos ya analizan las primeras medidas que se
tomarán y pasos a seguir para el futuro del país (lineamientos en cuanto a la producción, el trabajo, y del entendimiento
que impulsará con los gremios y las principales cámaras empresarias). Con
la construcción de un pacto económico y social como telón de fondo, estimo importante recordar y hacer algunas
consideraciones respecto de un Pacto Social que fue trascendente en la historia
Argentina y que marcó un hito dentro de los pactos que se pueden referenciar.

A modo de síntesis, detallaré a continuación los
puntos más relevantes del Pacto Económico Social de Perón y Gelbard del año
1973, acuerdo que definió la política
económica de las primeras fases del gobierno peronista de Héctor
Cámpora y la tercera presidencia de Juan Domingo Perón, que se
realizó entre las bases obreras representadas en el sindicalismo (nucleadas en
la CGT) y el empresariado argentino (nucleado en la CGE – Confederación
General Económica).

El ministro Ber Gelbard (quien fue fundador y presidente de
la CGE), se planteaba la necesidad de reconciliar a obreros y al
empresariado nacional en un mismo sentido, así nació el Pacto Social.

El pacto social fue firmado el 8 de junio de 1973 por los miembros
de la CGT y la CGE, su contenido tenía como objetivo concertar la
política económica nacional entre los tres sectores claves de la Economía: el
Gobierno, la Industria y los Sindicatos en pos de conseguir
la recuperación económica del país que tenía a estas alturas problemas no sólo
coyunturales como la inflación, sino también estructurales.

PACTO
ECONOMICO SOCIAL DE 1973 DE PERON Y GELBARD

El “Acta de Compromiso
Nacional para la Reconstrucción, la Liberación Nacional y la Justicia Social”,
más conocido como Pacto Social, fue una medida económica y política que cruzó –
aunque no sin tensiones– la orientación del gobierno peronista hasta junio del año
1975.

Fue firmado el 8 de
junio de 1973 por José Ignacio Rucci (representando a la CGT), Julio Broner (de
la Confederación General Económica) y el gobierno nacional, de la mano del
Ministro de Economía, José Gelbard.

OBJETIVOS:      

1) Alcanzar la participación de los asalariados en el 40-50% del ingreso Nacional, en un lapso de 4 años (es decir, para 1977-1978); incrementando los salarios reales de la masa obrera argentina.

2) Mitigar la pesada
inflación que era siempre un problema recurrente de la Argentina (lo que
indicaba lo sensible del asunto, evitar la espiral de inflación de costos).

3) Todo esto era con el
fin de consolidar el crecimiento económico

PRIMERA
FASE DEL PACTO SOCIAL 8/6/1973

MEDIDAS

  • Primera
    medida un aumento general de una
    suma fija de 200 pesos, que daba como promedio un alza del 13 por ciento en los salarios medios y hasta un 20 por ciento en el caso de los
    mínimos,
  • Incremento
    del 40 por ciento en las asignaciones familiares y de un 28 por ciento en las jubilaciones mínimas.
  • Serían
    congelados los salarios, beneficios
    sociales, precios al consumidor de cerca de 600 empresas oligopólicas, y
    tarifas de servicios públicos durante dos años.
  • Congelamiento de
    paritarias por dos años.
  • Reducción en la tasa de
    interés para fortalecer la producción,
    implementando una
    política de crédito barato.
  • Restringió
    a 14% las remesas de utilidades al
    exterior
    . La empresa que enviara ese porcentaje máximo debía pagar hasta el
    65% de sus utilidades en impuestos,
    en oposición a una tasa normal del 22%.
  • Las
    compañías extranjeras no podían deducir de su declaración de impuestos las
    regalías y otras cargas establecidas por sus casas matrices. Además del
    impuesto a las sociedades anónimas, debían pagar tributos equiparables a los de
    los accionistas locales de mayor nivel de ingresos.
  • Se nacionalizaron los depósitos bancarios
    y las decisiones crediticias pasaron a ser exclusivo resorte del Banco Central,
    que concedió líneas de crédito a los bancos locales con condiciones
    relacionadas a la finalidad del crédito y la región donde estuviera establecido
    el emprendimiento.
  • Se
    procedió también a la nacionalización de entidades bancarias que pertenecían a los grandes
    grupos financieros internacionales.
  • El comercio exterior se extendió a países del bloque socialista: Cuba, Unión
    Soviética y Polonia. Las fábricas de automóviles estadounidenses establecidas
    en Argentina empezaron a exportar activamente a Cuba.
  • Los
    intercambios con la Unión Soviética crecieron rápidamente. En pocos años, la
    URSS se convertiría en uno de los socios comerciales más importantes de la
    Argentina.
  • Se
    adoptó una reforma impositiva en
    consenso con las entidades profesionales, similares a las prácticas corrientes
    de los Estados Unidos o Gran Bretaña.
  • Para
    evitar que los productores retacearan sus ventas, el Estado recurrió a un impuesto a la producción potencial y a elevadas multas a los incumplidores.
  • Leyes
    fundamentales para la actividad industrial.
  • Ley de
    Defensa del Trabajo y Producción Nacional 20.545/73:
    Destinada a proteger la producción local de la competencia extranjera, no
    solamente para sustituir importaciones, sino para que pudiesen acceder en
    condiciones ventajosas a los mercados del exterior.
  • Ley
    de Promoción Industrial  20.560/73:
    Instrumentaba facilidades impositivas para la promoción de nuevos proyectos
    industriales de “interés nacional”, que contribuyeran al desarrollo regional.
  • Ley
    de Inversiones Extranjeras 20.557/73: Vedaba a cualquier
    extranjero la adquisición de más del 50% de una empresa que operara en el país,
    y prohibía toda inversión en las áreas consideradas vitales para la seguridad
    nacional: siderurgia, aluminio, industria química, petróleo, servicios
    públicos, banca y seguros, agricultura, medios de comunicación masiva, publicidad,
    comercialización y pesca.
  • Ley
    de Abastecimiento: aplicada también a
    los industriales y comerciantes, apuntaba a impedir el atesoramiento y la
    especulación. De acuerdo con esta normativa, el Estado supervisaría las etapas
    del proceso económico.

PARTICIPACIÓN
DE LOS ACTORES ECONÓMICOS EN EL PACTO:

Industria: A través de la nacionalización del comercio
exterior, se podían transferir los fondos del agro obtenidos por las
exportaciones tradicionales hacia los industriales, aunque no podía darse el escenario
de “saquear” a los sectores rurales, y por ello se implementó el
sistema de Alicientes y Castigos conforme a la productividad y eficiencia que
presentasen los terrenos explotados y sus explotaciones. La CGE se podría decir
que era una ilusión, ya que en su constitución para el pacto social, muchas de
sus instituciones primarias de base no estaban de acuerdo con el pacto y sólo
se adhirieron esperando ventajas futuras. La UIA, donde se encontraban
mayoritariamente el capital transnacional, sólo se plegó a la espera de lo que
pasaba, es decir, esperando para replegar su poder en una coyuntura favorable
para avanzar. Es más, una de las demostraciones, fue la pobre inversión privada
que fue en baja hasta 1976.

Sector Rural: En cuanto al campo, la burguesía rural, nunca
había visto con buenos ojos ninguno de los planes de Perón. El campo
tradicional representado por la SRA lo avaló inevitablemente, ellos serían
ahora una fuente de divisas como siempre lo habían sido gracias a la coyuntura
favorable, pero el plan terminaría por desfavorecerlos. Este sector fue
desfavorecido por la desconcentración y nacionalización, cuando aumentaron las
cooperativas agrícolas; y se acabó el monopolio o pool frigorífico, ya que Gran
Bretaña cerró sus importaciones de carne a la Nación. La SRA y la CAC fueron
quienes adhirieron con menos entusiasmo, pero ya CARBAP (Confederación de
Asociaciones Rurales de Bs. As. y la Pampa) salió del acuerdo de una política
agraria común en agosto de 1973. Muchos ya habían visto al pacto como un giro
inevitable a la izquierda.

Sindicatos y Movimiento Obrero: Dada la segmentación que de
hecho se presentaba y ya se hacía evidente desde la fugaz presidencia de
Cámpora, la dirigencia sindical (cúpula de la CGT) cada vez más se alejaba de
sus bases en pos quizás de una reivindicación posterior que les diera tanto el
poder que anhelaban recuperar como “columna vertebral del movimiento”
y sus reivindicaciones salariales que alentasen a la recuperación del salario
real de sus afiliados.

Durante la segunda
campaña presidencial de 1973, los sindicatos se acercaron más a Perón, y la
Juventud Peronista (JP) comenzó a estar más relegada en el planteo político del
líder justicialista, pero el asesinato de José Ignacio Rucci (líder de la CGT)
sumado a la anterior masacre de Ezeiza, rompió la unión entre los trabajadores
peronistas, dejando en evidencia la fractura interna del partido en el
peronismo de derecha (al que pertenecía José López Rega) y el de izquierda
reaccionaria y revolucionaria (vista en los Montoneros y las Fuerzas Armadas
Peronistas).

La CGT estaba en una
encrucijada, no podían desobedecer arbitrariamente a Perón, ni podían aplicar
la “no cooperación” como con radicales y militares, pero tampoco
sabían cómo co-gobernar el país. La movilización de bases era desbordante:
tomas fabriles, pedido de recomposiciones salariales, planteos a gerentes y
patrones desquebrajaban de a poco las cláusulas del pacto social.

El propio Perón trató
de encargarse de fortalecer al sindicalismo peronista tradicional, y de así
debilitar a la izquierda peronista y marxista. Es importante señalar que al
parecer la izquierda peronista veía en el regreso del General, la instauración
de la patria socialista. Pero Perón también privilegió con la Ley de
Asociaciones Profesionales a los sindicatos centrales, eliminando la influencia
de los sindicatos clasistas, pero nada de esto terminaba con la lucha salarial.

La lucha de sectores
reaparecería inevitablemente, ante la evidente falta de autoridad del Estado, y
su decisión de no devaluar la moneda para no acabar con la “inflación
0″. El Estado resolvía, pero era difícil que las bases acataran, así fue
como reaparecerá la puja tradicional entre sectores.

Gobierno: El gobierno mediante el pacto, adquiría mayor
intervencionismo en toda la economía, una política marcadamente justicialista
(o más bien dicho peronista), en donde las riendas económicas son fuertemente
ligadas al estado frente a un modelo de distribución, que por ahora no
aparecería muy bien explicitado. La expansión del gasto se hacía a costa del
déficit fiscal que creció constantemente desde el inicio del gobierno
peronista. La crisis que sobrevino a fines de 1973, obligó a que el déficit se
agravara frente a la nueva merma de divisas por la baja de las exportaciones
tradicionales. El estado también estaba sosteniendo a la masa empresaria dentro
del pacto mediante el otorgamiento de cuantiosos subsidios que favorecían al
empresariado nacional.

LOGROS

El acuerdo de 1973 permitió:

  • Se redujese la inflación, que descendió del 80 al 27
    por ciento anual (con el piso del 17 a fines de 1973),
  • La participación de los trabajadores en el PIB
    creciera
    del 33 al 42 por ciento,
  •  El desempleo cayera del 6,6 por ciento al 4,0
    por ciento,
  • El salario real
    aumentara un 19 por ciento,
  •  En el primer mes algunos precios bajaron, luego solo subieron a una tasa mensual promedio de
    1,9% entre julio y diciembre de 1973 con relación al elevadísimo 64% anual del
    año anterior.
  • El peso que se cotizaba
    a $12,50 por dólar en mayo, bajó a $10
    por dólar
    y se mantuvo estable el resto del año.
  • Se produjo un cambio en
    1973 en los términos de intercambio externo con una mejora en los precios de los commodities y se contó con una excelente cosecha, lo que redundó en un
    aumento de las exportaciones de un 68%
    en 1973 respecto del año anterior.
  • El PBI creció en 1973 un 3,7% y en 1974 un 5,4%.

POR
QUE NO DURÓ

  • El déficit había subido de un 4,6% del PBI en 1972 al 6,9% en 1973.
    El financiamiento al gobierno había sido el factor principal en la creación de
    dinero, utilizado también para financiar al sector privado (en parte para
    absorber los aumentos salariales). Durante los cinco primeros meses de 1973 el
    déficit de tesorería fue igual a la mitad de los gastos, mientras que la oferta
    de dinero (M1), creció en abril a una tasa anual de 119%. Como se ve, la
    estabilidad se desbarrancaba día a día. Los gastos del gobierno en porcentajes
    del PBI aumentaban más que los ingresos con lo que subió el déficit.
  • Crisis
    del Petróleo
    a nivel internacional
    justo cuando la industria estaba en plena reactivación. Las importaciones se
    encarecieron complicando la balanza comercial nuevamente, y como estocada final
    el M.C.E. dejó de importar la carne argentina.
  •  El Mercado
    Común Europeo implementó un “cepo”
    para cuidar sus divisas y restringió la
    compra de hacienda a nuestro país. Todo ello generó diversas inconsistencias
    macroeconómicas, como el encarecimiento
    de las importaciones o la apreciación de la moneda nacional para evitar una
    devaluación
    , lo que se trasladó
    también en remarcaciones o ausencia de stock en las góndolas, en abierta
    violación al Pacto, con las consiguientes demandas de la CGT en marzo de 1974
    por actualizar los salarios antes de lo previsto.
  • El consumo creció, y reapareció la inflación.
  • Los empresarios, no sólo los de capitales
    concentrados, sino también los de capital nacional comenzaron a
    sistemáticamente violar el pacto ante
    el comienzo de la crisis. Los precios, que “necesitaban” aumentar por
    los aumentos en el costo de los insumos, no se ajustaban a los controles que
    estaban legalmente constituidos. El gobierno aprobó un subsidio cambiario,
    previendo el disgusto de la CGT, y también fijó un especial para las
    importaciones (revaluación del peso).
  • Ante estas dificultades
    el plan debió ser reformulado, y la
    renegociación se produjo en marzo de
    1974
    , este nuevo diálogo consumó nuevos aumentos que terminaron dejando insatisfechos
    a los trabajadores, el virtual rompimiento que ya sufría el pacto llevó al
    mismo Perón a pedir la cooperación de los actores y amenazar con su renuncia,
    en el que fuera su último discurso en público.
  • Las prácticas deshonestas de los empresarios
    (desabastecimiento y mercados negros donde el control de precios no llegaba),
    junto con el desborde de las bases obreras que no acataban el pacto echó por
    tierra la posibilidad de un triunfo del pacto.
  • Empezaron
    a faltar mercaderías
    , de modo que para conseguirlas
    se pagaban a precios mayores a los oficiales. Lentamente, se legalizaban los
    aumentos. Ello hizo que en marzo de 1974 la CGT pidiera un reajuste en los salarios, que fue concedido. En los meses
    siguientes la economía se recalentó.
  •  La inflación
    aumentó
    en el segundo semestre de 1974, aunque reprimida en parte debido a
    los controles de precios con lo que comenzó el desabastecimiento. Los precios
    de las importaciones subieron en el año un 57% respecto a 1973.
  • El déficit fiscal también aumentó, y la inflación, que había sido del
    5,5% en el último trimestre de 1973, pasó al 14,3% en el mismo período de 1974. Por ello la tasa real de interés
    volvió a ser negativa, cayendo a -52,8% en 1975. Como resultado del crecimiento
    del sector público, sus gastos superaron el 25% del PBI y el déficit fiscal
    llegó al 14,5% del PBI en 1975. Las recaudaciones fiscales de 1975 y 1976
    fueron extraordinariamente bajas.
  • Los salarios reales del
    sector público alcanzaron su punto máximo en 1974 y 1975 y excedieron en 1973
    en más de 30% a los del sector privado. Los gastos del gobierno en 1973
    subieron un 20% respecto a 1972 mientras que los ingresos sólo un 6%. Esto
    aumentó el déficit primario en un 69% respecto a 1972. El aumento se debió a la
    incidencia de los salarios en la administración y en los organismos
    descentralizados y empresas del Estado y en las transferencias.
  • La masa salarial de la Administración Nacional creció un 38% en
    términos reales entre 1973 y 1972, y un 10%
    real entre 1974 y 1975. En las empresas del Estado incidió el déficit que
    venían arrastrando, debido, entre otras cosas, al retraso tarifario que venía
    desde 1971, (corregido parcialmente en 1973 antes del cambio de gobierno y sin
    actualización hasta abril de 1974 en que se realizó un ajuste importante que se
    mantuvo sin cambios hasta mayo de 1975) para evitar que afectara el costo de
    vida.
  • El gobierno financió
    los desequilibrios con una impresionante creación de dinero que se utilizó
    también para financiar al sector privado mediante redescuentos y, entre otras
    cosas, para financiar los aumentos salariales. El sector privado con subsidios
    otorgados para aumentos de salarios y el sector oficial fueron las fuentes
    principales en la creación de base monetaria. La enorme expansión monetaria
    tuvo menos incidencia en los precios debido al control, que realizaba el
    gobierno, que ocultaba una importante inflación reprimida. Parecía entonces
    que, sin límites al financiamiento, podía ser cierta una economía popular como
    la que anunciaba la retórica gubernamental con una más equitativa distribución
    del ingreso. Poco duraría esa impresión.
  • En julio de 1974 moría el general Perón y lo sucedía la vicepresidenta
    María Estela (Isabel) Martínez. Gelbard siguió en el gabinete de Martínez de
    Perón hasta septiembre de ese año en medio de una situación cada vez más
    difícil, en la que se había generalizado el desabastecimiento, el mercado negro
    y la violación del acta de concertación. En septiembre, asumió como ministro
    Alfredo Gómez Morales que tenía como antecedentes un reconocido prestigio
    profesional y el haber conducido la economía en los años duros de la recesión
    de 1951-52.
  • Ante la situación que
    encontró la administración no tuvo más remedio que flexibilizar los precios. En febrero de 1975 el peso se devaluó un 50% pasando el financiero de
    10 a 15 pesos por dólar y el comercial de 5 a 10. En marzo se autorizaron
    nuevos aumentos de salarios. En mayo debían volver a discutirse los convenios
    colectivos y ya habían empezado las presiones de los sindicatos. En medio de
    ese proceso se produjo un vuelco político.
  • Isabel, bajo la
    influencia del entonces ministro de Bienestar Social José López Rega, designó
    en la cartera de Economía a Celestino Rodrigo, quien juró a su cargo el 2 de
    junio y trató de implementar un severo programa de ajuste contra la inflación. Se devaluó el peso un 100% pasando de $15
    a $30 por dólar en el mercado financiero, mientras que en el comercial pasó de
    $10 a $26. Debe recordarse que era la segunda devaluación del año que había
    empezado con un dólar a $10.
  • Para reducir el déficit
    se elevaron las tarifas de los servicios
    públicos y de los combustibles en casi 189%
    , aunque en términos reales
    cayeron luego 6,5%. Por entonces ya habían comenzado las negociaciones
    salariales con una pauta de aumento del 40%.
  •  Frente a los cambios en las tarifas, los sindicatos reaccionaron airadamente, se
    enfrentaron a la presidenta y los militares lograron desalojar al virtual
    primer ministro, López Rega, quien arrastró en su caída a Rodrigo y al breve y
    traumático experimento antiinflacionario que concluyó, como otras veces, con un
    resultado opuesto al buscado, salvo que esta vez el salto de los precios fue
    enorme.
  • Los convenios se
    firmaron entre un 60-80% y un 200% de aumento (generando un aumento promedio de
    170%). Los precios subieron en julio un
    35%
    y la Argentina entró en una nueva y más difícil etapa con una
    experiencia de hiperinflación. A partir de entonces arrancó una espiral que
    continuó hasta 1989 en los tres dígitos. Había comenzado una década y media de
    caída del producto, lo que sería la larga declinación de los años 1974 a 1989.
  • Como hemos visto, con
    Cámpora y Perón con el Pacto Social de 1973 volvieron a postergar las paritarias por dos años (hasta junio de 1975).
  • En junio de 1975, el
    gobierno peronista de Isabelita largó el
    ‘Rodrigazo’
    (por el sucesor de Gelbard en Economía, Celestino Rodrigo)
    pretendiendo anular las paritarias e imponiendo un shock de ajuste (devaluación
    de más del 100%, tarifazos del 100 al 200%). Esto dará lugar a la huelga
    general más importante de la historia nacional, que se irá extendiendo desde
    abajo, constituyendo coordinadoras sindicales. La huelga solo consigue ser
    levantada el 9 de julio tras la obtención de los reclamos obreros que hacen
    trizas el ajustazo rodriguista.

ACTUALIDAD
ARGENTINA

CUESTIONES A CONSIDERAR:

  • Mayor legitimidad en
    las medidas
  • Participación de los
    sindicatos: Retener el movimiento laboral.
  • Moderación de conflictividad
  • Responsabilidad
    compartida
  • Es una forma de
    asegurar representatividad.
  • Tiene más estabilidad
    si es bipartito: Gobierno y sindicatos: más continuidad y más resistencia del
    Pacto Social.
  • Algunas decisiones
    tomarlas unilateralmente, otras no.
  • Limita aumento
    salarial, aumenta en cambio beneficios sociales.
  • Inmediatez de responder
    deuda del FMI, no cumplir pacto, conflicto.
  •  COSTO DE LOS SINDICATOS:   corresponsabilizarse de un programa de
    ajustes muy lesivo para los intereses de sus representados, al presentar duras
    exigencias de flexibilización del mercado laboral, de racionalización del
    Estado del bienestar y de redefinición de las estructuras de renta volcadas
    hacia la contención de los costos laborales.
  • Deber de no cortar el
    diálogo
  • Posibles huelgas
    generales.
  • Reconocer
    interdependencia
  • Peligro de duración de
    Pacto Social por el quiebre de fragmentación sindical

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